(Visto desde mi atormentada alma)
Volverán los entristecidos cuervos
de tus labios sus lágrimas a enjugar
y otra vez con sus alas heridas
sangrando te hablarán.
Pero aquellos que en cansado vuelo
recogían tu belleza y mi melancolía,
aquellos que guardaban nuestro amor
esos ¡No volverán!
Volverán las negras rosas
de tu corazón las espinas a clavar
y otra vez al tedio, aún más marchitas
sus pétalos han de rasgar.
Pero aquellas gotas de sangre
cuyas muertes sentíamos palpitar
y caer al vacío de la vida
esas ¡No volverán!
Entonces un cariño bastardo
pondrá en tus labios un beso vulgar,
tu alma de mi epitafio
para siempre se alejará.
Pero, hastiado y suicida y sin plegarias
como se ama a la Muerte al anochecer,
como mi oscura alma te ha amado
¡Maldita: así no te amarán!