LAS RUINAS DEL HASTÍO

 Y se hizo la muerte,
cuando las gotas de sangre
en mi corazón,
cubrieron tu último recuerdo.
 
La noche más negra
hacía llover mansedumbre
sobre las cicatrices
de mis ojeras,
restregadas desde siempre
en lágrimas venenosas,
que lentamente infectaban
esa imagen llamada: Mañana.
 
Así llegó el Olvido
miserable, mezquino y traicionero,
para derrumbar mi ser
hasta un sombrío lugar
donde los demonios temen entrar,
un sucio y solitario lugar,
donde las ruinas del hastío
conciben sentimientos sombríos,
que lloran sangre,
sobre tu nombre.