CANASTA DE PÉTALOS PARA EL CORAZÓN

El sol baña con su dermis a la intimidad del cementerio, hasta alumbrar mi propia decadencia que escapa por las entrañas perforadas. Me convierto en un reguero para lágrimas y rosas.
 
He tomado un atajo para ganarles a todas las almas, para esperarte junto a mi tumba y brindar contigo en una cita imaginaria, pues sólo serviré de expiación a la rutina y a esa vieja costumbre de llevar un recuerdo a los quepartieron. 

El tiempo es corto para ti y no quieres ensuciarte las manos con la tierra que abona mi putrefacción. Mi refugio te llena de penas que no comprendes, al fin y al cabo continuaste con tu vida, dejándome con un corazón que se revuelca entre huesos porosos, pues sigue luchando para no ceder a los gusanos. 
 
Cada susurro que le entregaste en el funeral ahora le da fuerza para latir. Pronto te marcharás sin el mayor remordimiento, sabiendo que cumpliste con esa tarea tan fastidiosa y esperando que algún momento te traicione los recuerdos para no tener que volver.

Le haré una canasta tejida con pétalos y me lo llevaré al purgatorio de los
amores. 

Sólo quiero dejarte mi otoño que nació un día como hoy en este valle de muertos donde incluso las espinas